Los peligros de ser transparente (vol. 2)
cuando te llamé
viniste a casa
abrí
la puerta
y te invité a tomar
la palabra, la posta,
la medida
te llevaste mi voz,
mi atención,
mi alimento
en cada encuentro
la máscara de turno:
yo nunca sé muy bien
cuál tengo puesta
pero siempre es la misma
que la tuya
(siempre me estoy cayendo en el olvido)
poeta encantador
te atreviste a decir que eras genuino,
oculto bajo el traje invisible
del silencio
¿cómo podés creer que el arte
le pone velos a las cosas?
palpando el aire,
leyéndome entre líneas,
apreciando mis gestos
como si fuera sospechosa
de algún crimen
el arte crea las cosas;
trae nombres y figuras que no eran
para que puedan ser
verdad
es desnudez,
sentido y diálogo,
el éxtasis y el goce
de la intimidad
¿cómo podés creer que pienso sola?
vos me tenías la mano
íbamos juntos
tenés razón,
solamente es un juego
qué importa si es injusto
yo arriesgo la existencia
porque me excita el vértigo,
el desafío de volver
a levantarme
vos te vas porque igual
nunca estuviste
no éramos comunes,
compañero
quedate con mi voz
te la regalo,
tengo otra guardada
en la garganta
no te seduce nada
hablar conmigo,
y yo
no quiero hablar con nadie,
(aunque me habría gustado decir algo)
me cansé de los ruidos
y el silencio
mi mente está serena
mi cuerpo está cansado
pero mi corazón
recuerda y ruge
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